Breaking the Cycle of Perpetration: Longitudinal and Diary Studies on How Bullying is Triggered and How Perpetrators are Impacted

Abstract

[eng] Workplace bullying (WB) remains a serious psychosocial risk at workplaces. However, research examining WB from the perspective of perpetrators remains limited, and interventions designed for perpetrators are non-existent. Initially, a systematic review was conducted to suggest evidence-based interventions for perpetrators (1st Study of the Doctoral Thesis). Therefore, the empirical studies that examine the antecedents, mediators, moderators and outcomes of WB perpetration from the viewpoint of perpetrators were analyzed systematically. Search in Scopus, ProQuest, Science Direct, PubMed, and Web of Science electronic databases yielded 50 empirical articles in English, published between 2003-2023, in peer-reviewed journals, corresponding to the inclusion criteria. Antecedent–perpetration relationships were primarily examined based on social and aggression theories and analyzed in the silos of work or individual factors without diverse moderators and mediators, and largely lacked causality analysis. Research on outcomes of WB perpetration was rare. Perpetration was associated with task-focused, conflict-prone, poorly organized, stressful work environments, undesirable personality characteristics, and being bullied. The suggestions to curb perpetration seemed unattainable for the same management that created the toxic environment. Based on the systematic review, and as a second step, a 3-wave longitudinal research was conducted investigating whether organizational trust and justice predicted perpetration six months later, mediated by physical and psychological health. The study was based on the Conservation of Resources Theory (COR) (2nd Study of the Doctoral Thesis, 1st Empirical Study). The sample consisted of 2447 employees, mainly from Spain and Turkey, from various industries, such as services, manufacturing, and education. The results indicated that organizational injustice predicted psychological and physical health deterioration, while unexpectedly, organizational trust also predicted lower psychological and physical health. Health conditions did not predict perpetration after three months; organizational conditions did not predict perpetration directly or indirectly after six months. As the relationship between health status and current perpetration incidents was established, active and potential perpetrators were invited to a 24-week daily and weekly study disguised under a wellness program (3rd and final Study of the Doctoral Thesis, 2nd Empirical Study). For objective data collection, participants wore fitness bands for nine months while WB perpetration events were observed. Based on the COR Theory, sleep, physical activity (PA), and being bullied were investigated as predictors of WB perpetration at a within-person level. On a between-person level, supervisory position, psychological distress and mental illnesses were control variables. The sample contained 38 employees from Spain and Turkey, with an average age of 38.84 years (SD = 11.75) from diverse sectors, with diverse professions such as finance manager, psychologist, academic, and human resources professionals. Data collection was conducted over 24 consecutive work weeks, where only participants were involved in perpetration (final observations = 720). Data were analyzed using multi-level structural equation modeling decomposed into within-and-between-person variance. The results indicated that at a within-person level, increased PA as steps taken during the work week and increased reports of being bullied predicted higher reports of perpetration the same week, while sleep quality did not. Organizations should actively inhibit WB and be mindful of employees' physical activities at work or commuting to work. Managers should also be attentive to physical fatigue that employees may feel due to their responsibilities in their private lives and allow employees to rest and recuperate to inhibit negative behaviors at work. Assessing and improving organizational trust and justice practices may help employee health improve over time. To sum up, the three innovative research studies included in the present Ph.D. thesis broadened the WB perpetration literature by (1) presenting the first systematic review from the perspective of perpetrators and bullies; by (2) showing how physical and psychological health is related to WB perpetration incidences (with monthly, weekly and daily data); by (3) demonstrating an empirical example of resource loss spirals within COR Theory; and by (4) providing evidence for organizations and policymakers to intervene against WB with more rigorous rules.

[spa] El acoso laboral (AL) sigue siendo un riesgo psicosocial grave en los lugares de trabajo. Sin embargo, la investigación que examina el AL desde la perspectiva de los perpetradores sigue siendo limitada y las intervenciones diseñadas para los perpetradores son inexistentes. Inicialmente, se realizó una revisión sistemática para sugerir intervenciones basadas en la evidencia para los agresores (1er Estudio de la Tesis Doctoral). Por lo tanto, los estudios empíricos que examinan los antecedentes, mediadores, moderadores y resultados de la perpetración de AL desde el punto de vista de los perpetradores fueron analizados sistemáticamente. La búsqueda en las bases de datos electrónicas Scopus, ProQuest, Science Direct, PubMed y Web of Science arrojó 50 artículos empíricos en inglés, publicados entre 2003 y 2023, en revistas revisadas por pares, correspondientes a los criterios de inclusión. Las relaciones entre antecedentes y perpetración se examinaron principalmente con base en teorías sociales y de agresión y se analizaron en los silos de trabajo o factores individuales sin diversos moderadores y mediadores, y en gran medida carecieron de análisis de causalidad. La investigación sobre los resultados de la perpetración de AL fue escasa. La perpetración se asoció con entornos de trabajo estresantes, centrados en tareas, propensos a conflictos, mal organizados, características de personalidad indeseables y ser víctima de acoso. Las sugerencias para frenar la perpetración parecían inalcanzables para el equipo de gestión que creó el ambiente tóxico. Con base en la revisión sistemática, y como segundo paso, se realizó una investigación longitudinal de 3 olas investigando si la confianza y justicia organizacional predecían la perpetración seis meses después, mediada por la salud física y psicológica. El estudio se basó en la Teoría de la Conservación de los Recursos (COR) (2º Estudio de la Tesis Doctoral, 1º Estudio Empírico). La muestra estuvo compuesta por 2447 empleados, principalmente de España y Turquía, de diversas industrias, como servicios, manufactura y educación. Los resultados indicaron que la injusticia organizacional predijo el deterioro de la salud física y psicológica, mientras que, inesperadamente, la confianza organizacional también predijo una salud física y psicológica más baja. Las condiciones de salud no predijeron la perpetración; las condiciones organizacionales no predijeron la perpetración directa o indirectamente después de seis meses. Al establecer la relación entre el estado de salud y los incidentes de perpetración actuales, los perpetradores activos y potenciales fueron invitados a un estudio diario y semanal de 24 semanas disfrazado bajo un programa de bienestar (3er y último Estudio de la Tesis Doctoral, 2º Estudio Empírico). Para la recopilación de datos objetivos, los participantes usaron pulseras de actividad durante nueve meses mientras se observaban los eventos de perpetración de AL. Con base en la Teoría COR, el sueño, la actividad física (AF) y el acoso se investigaron como predictores de la perpetración de AL a nivel personal. En un nivel interpersonal, la posición de supervisión, la angustia psicológica y las enfermedades mentales fueron variables de control. La muestra estuvo compuesta por 38 empleados de España y Turquía, con una edad media de 38,84 años (DE = 11,75) de diversos sectores, con diversas profesiones como directores financieros, psicólogos, académicos y profesionales de recursos humanos. La recopilación de datos se llevó a cabo durante 24 semanas laborales consecutivas, donde solo 31 participantes estuvieron involucrados en perpetración (observaciones finales = 720). Los datos se analizaron utilizando modelos de ecuaciones estructurales multinivel descompuestos en varianza personal e interpersonal. Los resultados indicaron que, a nivel personal, el aumento de la actividad física, medida en pasos dados durante la semana laboral, y el aumento de los informes de acoso predijeron informes más altos de perpetración en la misma semana, mientras que la calidad del sueño no lo hizo. Las organizaciones deben inhibir activamente el AL y tener en cuenta la actividad física de los empleados en el trabajo o en los desplazamientos al trabajo. Los directivos también deben estar atentos a la fatiga física que los empleados pueden sentir debido a sus responsabilidades en su vida privada y permitir que los empleados descansen y se recuperen para inhibir comportamientos negativos en el trabajo. Evaluar y mejorar las prácticas de justicia y confianza organizacional puede ayudar a que la salud de los empleados mejore con el tiempo. En resumen, los tres estudios de investigación innovadores incluidos en la presente tesis de Ph.D. ampliaron la literatura sobre la perpetración de AL al (1) presentar la primera revisión sistemática desde la perspectiva de perpetradores y acosadores; al (2) mostrar cómo la salud física y psicológica se relaciona con las incidencias de perpetración de AL (con datos mensuales, semanales y diarios); (3) demostrando un ejemplo empírico de espirales de pérdida de recursos dentro de la teoría COR; y (4) proporcionando evidencia para que las organizaciones y los formuladores de políticas intervengan contra el AL con reglas más rigurosas.