Contribución al conocimiento geomorfológico de la Depresión Central Catalana

Abstract

Aunque los trabajos geomorfológicos sobre la Depresión Central Catalana fueron en cierta manera abundantes durante el período comprendido entre 1926 y 1958, no existe ninguno elaborado con posterioridad a esta fecha, más allá de algunas síntesis que tratan indirectamente la problemática que se plantea en la Depresión Central. Eso significa que solamente disponemos de estudios dispersos espacialmente y que, en el mejor de los casos, tienen una veintena de años de antigüedad. Si tenemos en cuenta que precisamente en los últimos años la Geomorfología ha experimentado un gran auge, hay que reconocer que es necesaria una rápida labor de revisión de los trabajos anteriores y emprender una intensa campaña de reconocimiento geomorfológico del territorio, para dar paso a estudios especializados de los problemas que se han ido planteando. Efectivamente, además de una necesidad de puesta al día de nuestro conocimiento empírico del territorio, existe una vertiente práctica que no puede ser pasada por alto. La mecanización de la agricultura, la instalación de polígonos industriales, la construcción de nuevos ejes de comunicaciones y remodelación de los antiguos, los problemas acuciantes de degradación del medio ambiente... hacen necesaria una planificación del territorio más coherente de la que se ha hecho hasta ahora, si es que se ha hecho. Todos estos hechos nos han inducido a emprender el estudio de la Depresión Central Catalana, aunque no hemos escogido esta zona porque fuera la única donde se planteaba la problemática expuesta (ya que toda Catalunya se halla falta de estudios recientes sobre la materia), sino sobre todo por razones de tipo personal. Vista la imposibilidad de abarcar en una sola tesis toda la Depresión Central Catalana, decidimos escoger una serie de sectores representativos que estudiaríamos con especial atención. Para ello, consideramos como Depresión Central toda el área ocupada por los terrenos terciarios, poco o nada deformados, enmarcados por el Prepirineo y la Cordillera Prelitoral Catalana (tomada ésta en sentido geológico) y limitados por el liste por la gran falla del valle de Hostoles. Por el Oeste tuvimos que trazar un límite artificioso, que inicialmente dejaba fuera de nuestra área de estudio todas las formaciones detríticas cuaternarias del Pla d'Urgell, prolongándose por el Sur hasta la Serra de la Llena y por el Norte hasta Ponts, siguiendo luego el trazado del Segre hasta el Prepirineo. Es evidente que los límites septentrional y meridional son en muchos casos poco netos, pero no es nuestro objetivo establecerlos con precisión, ni constituyen una barrera a nuestro trabajo, siempre que se traten en cada caso con la debida atención. Dentro del área delimitada nos hemos propuesto estudiar las caracteristícas de la dinámica actual y, mediante el estudio de las formas y formaciones superficiales heredadas, deducir los sistemas morfogenéticos imperantes durante el Cuaternario,, así como su variabilidad espacial y temporal, Al mismo tiempo, es evidente que todo ello nos lleva a poner de manifiesto las influencias estructurales, debidas a las características litológicas del substrato y la disposición de los materiales, haciendo aparecer en su caso la existencia de deformaciones tectónicas cuaternarias o actuales. Una vez delimitado el espacio y los objetivos de nuestro trabajo, procedimos a efectuar un reconocimiento exhaustivo de toda el área mediante el estudio de las fotografías aéreas y varios recorridos sobre el terreno, todo ello en vistas a escoger los sectores representativos a estudiar. Consideramos que lo más indicado era seleccionar aquellas áreas en las que el modelado fuese fruto de la combinación temporal de períodos de deposición y periodos de incisión, dejando de lado aquellas en las que ha predominado casi exclusivamente la incisión. Obteníamos así un mayor número do datos para intentar la reconstrucción de la evolución geomorfológica. De este modo, seleccionamos el valle del Llobregós, la Plana de Vic e incorporamos a nuestro estudio la Conca de Barbera y la Conca d'Odena. Creímos oportuno rebasar el límite que nos habíamos puesto por el Oeste, para ocuparnos del borde oriental del Pía d'Urgell, ya que los depósitos de gravas allí existentes podían aportar datos valiosos. Debido a la gran nitidez y extensión de las formas estructurales, y a la existencia de formas determinadas por deformaciones tectónicas recientes, tomamos también en consideración el sector de la Segarra. Para el estudio de cada uno de los sectores hemos procedido, en primer lugar, a un análisis de la bibliografía existente y a un reconocimiento detallado de las fotografías aéreas posteriormente hemos hecho una campaña de campo en cada uno do los sectores realizando, cuando ha sido necesario, pequeñas cartografías de detalle. Dadas las características del relieve de la Depresión Central Catalana, se ha considerado que una cartografía geomorfológica a mediana escala podría ser útil, puesto que, aunque existen sectores de modelado bien diferente, en cada uno de ellos las formas son grandes y bastante monótonas. Dentro de esta óptica hemos realizado la cartografía a escala 1: 100 000 de dos zonas de la Depresión, una correspondiente a las hojas de Ponts y Guissona del Mapa Topográfico Nacional de España, E. 1: 50 000, y la otra a la hoja de Vic del mismo mapa. En total se han cubierto unos 1300 km2. Por lo que respecta a la exposición de nuestro trabajo, hemos optado por referir los capítulos de Antecedentes, Contexto estructural e Historia geológica a la totalidad de la Depresión Central Catalana, de la que adjuntamos un mapa litológico a escala 1; 200 000, elaborado a partir de la cartografía geológica existente. En los capítulos posteriores nos hemos ceñido tan solo a los sectores estudiados con detalle.